“Me gustan los placeres sencillos y María me ha hecho ver que las cosas materiales no pueden ser un sucedáneo del amor, ni de la delicadeza, ni de la ternura, ni de la compasión. Porque ella ha creado Mi Hogar y, mientras lo iba construyendo, yo no me daba cuenta… y es que damos tantas cosas por supuestas.

Gracias María, porque, es aquí, al lugar donde cada día quiero volver. Te escribo convencida de que ni el tener, ni el poder, me darán el sentimiento que busco. Lo encontré porque me ofreciste lo mejor de ti.

Lo que quiero decir es que llegas hasta lugares muy profundos de las personas porque trabajas por puro amor a lo que haces, a lo que te dedicas, a las personas con las que tratas y sabes colocar los valores en los lugares adecuados: valores de ternura, de delicadeza, de sentirte a salvo y a gusto cuando llegas a casa… Como decía un sabio: “El amor es el único acto racional”, ese es el amor que percibo de ti.

Ahora ya en lenguaje coloquial, te diré que eres una persona que engancha y que, cuando se te conoce, nunca quieres que salgas de tu vida. Así es.

Un beso muy fuerte y gracias por tu cariño tan especial con nosotros”

— Marina, farmacéutica. Proyecto vivienda relajante y acogedora.